No lo hubiera definido mejor. Una amiga me comentaba el otro día que cuando veía teatro en España le parecía que era como si fuese "de escuela". Ella es del Este de Europa, entonces me vino a la cabeza el teatro que ha pasado por aquí procedente de los países de la desaparecida Unión Soviética...
Sí, exactamente, es como de niños, como esta sociedad, de niños... pero confío en que, con las pasiones que en los últimos tiempos parecen desatar en la audiencia las artes escénicas la cosa vaya, aunque sea poco a poco, mejorando. Lo de la sociedad lo veo algo más complicado.
viernes, 30 de noviembre de 2007
Algunas impresiones
En los últimos días he visto un par de funciones. La primera de Angélica Lidell, "perro muerto..." con algunos aciertos, pero demasiado discursiva, con aspiraciones vanguardistas que se quedan en un mero exhibicionismo discursivo de su autora_protagonista (que poco tiene de lo que quejarse en cuanto a los amores que parece despertar por los programadores).
El otro caso es un delirio, cómico e irónico, dirigido por Ernesto Caballero. Aunque a veces pierde el ritmo, el buen hacer de los actores y una puesta de escena que, sin caer en excesos, consigue recrear esos personajes imaginados por Mihura hacen que merzca la pena pasarse por el María Guerrero.
El otro caso es un delirio, cómico e irónico, dirigido por Ernesto Caballero. Aunque a veces pierde el ritmo, el buen hacer de los actores y una puesta de escena que, sin caer en excesos, consigue recrear esos personajes imaginados por Mihura hacen que merzca la pena pasarse por el María Guerrero.
lunes, 29 de octubre de 2007
Langhoff y su Quartet
Tobias Langhoff es arriesgado y valiente. De eso no hay duda. Pero a veces sus recursos no tienen la eficacia esperada, tratándose de un director con tanto talento. Vi su Quartet, depués del siempre impactante Pandur (esas odiosas comparaciones... inevitables). Y aunque su sordidez resulta más decadente que la de Pandur, a veces el montaje se vuelve incómodo, demasiado inaccesible para buena parte del público, que salió espantada. Otros tantos sí disfrutaron. Y otros, los más, estábamos algo confusos...
jueves, 4 de octubre de 2007
Días extraños...
En los que no he podido escribir. He visto un par de películas en el cine (Death proof y el ultimatum de Bourne) que no merecen especial mención, cumplen sobradamente con su cometido, están bien hechas, con oficio y resultan entretenidas (cada una en su registro, muy diferentes, claro). Fui al teatro: Lope de Vega, Zorrilla e Ibsen han sido los últimos.
Correcto el Perro del Hortelano (digamos que se deja ver), interesante el montaje de "Morir pensando matar" a pesar de la obvia ausencia de química entre los actores de la compañía, e inquietante Hedda Gabler, en el círculo. Fría, desdibujada, incómoda... la escenografía, el montaje, los actores... todos inquietantemente perfectos, en un texto perturbador y algo dificil de entender para tratarse del certero Ibsen (ni el autor parece tener clara que oculta la cabeza de Hedda).
Por lo demás, la vida sigue dándome gratas e incomprensibles sorpresas... otras incómodas en las que prefiero no pensar.
Correcto el Perro del Hortelano (digamos que se deja ver), interesante el montaje de "Morir pensando matar" a pesar de la obvia ausencia de química entre los actores de la compañía, e inquietante Hedda Gabler, en el círculo. Fría, desdibujada, incómoda... la escenografía, el montaje, los actores... todos inquietantemente perfectos, en un texto perturbador y algo dificil de entender para tratarse del certero Ibsen (ni el autor parece tener clara que oculta la cabeza de Hedda).
Por lo demás, la vida sigue dándome gratas e incomprensibles sorpresas... otras incómodas en las que prefiero no pensar.
jueves, 30 de agosto de 2007
Red Road
Inquietante, evocadora y perturbadora sucesión de imágenes... con el peso del vacío que nos empuja a todos como banda sonora. Lástima que la historia en papel sobre la que se ha edificado una pieza tan cuidadosamente elaborada falle. Y es que se le va un poco a Andrea Arnold la mano, hace demasiadas concesiones inexplicables y concluye con cierta lección moral que no parece corresponderes con esa genial y desnuda forma de hacer cine.
Aún así, mi enhorabuena al talento de un cineasta.
Aún así, mi enhorabuena al talento de un cineasta.
viernes, 17 de agosto de 2007
más cosas
Aún no había visto la vida de los otros y me gustó.
Luego estuve en el teatro viendo la última obra de antonia sanjuan, en la que además de autora, ejerce como directora. No sé si lo que vi era teatro, pero resultaba entretenido. Hubo algo que me hizo pensar, y es lo cruel que resulta la violencia verbal masculina frente a la femenina... y no porque lo sea, no es más cruel en realidad. Es sólo que la mujer es más vulnerable, con menos parece herida y es eso lo que resulta cruel en realidad. No lo dicho, sino el hecho de que algo aún dicho de una forma zafia resulte tan obscenamente hiriente. En fin, no creo que nadie haga esta reflexión si acude al montaje, no deja de tratarse de una sucesión de gags, pero no pude dejar de pensar en eso todo el tiempo, de repente algo causó ese efecto en mí y no lograba quitármelo de la cabeza.
Luego estuve en el teatro viendo la última obra de antonia sanjuan, en la que además de autora, ejerce como directora. No sé si lo que vi era teatro, pero resultaba entretenido. Hubo algo que me hizo pensar, y es lo cruel que resulta la violencia verbal masculina frente a la femenina... y no porque lo sea, no es más cruel en realidad. Es sólo que la mujer es más vulnerable, con menos parece herida y es eso lo que resulta cruel en realidad. No lo dicho, sino el hecho de que algo aún dicho de una forma zafia resulte tan obscenamente hiriente. En fin, no creo que nadie haga esta reflexión si acude al montaje, no deja de tratarse de una sucesión de gags, pero no pude dejar de pensar en eso todo el tiempo, de repente algo causó ese efecto en mí y no lograba quitármelo de la cabeza.
lunes, 13 de agosto de 2007
4 minutos
Supongo que iba con expectativas altas. Interesante pero no convincente... las interpretaciones son creibles y la historia tiene fuerza pero a veces se va. Hay cambios de intensidad emocional en los protagonistas que no surgen en consonancia con la tensión dramática que el transcurso de la historia parece requerir para no caer en el efectismo. Las interpretaciones sí me convencieron. En general, los momentos de desafinación actoral se deben más a la dirección de actores que al trabajo de los intérpretes. Al menos es la sensación que me ha quedado.
viernes, 10 de agosto de 2007
Los muertos
Anoche vi a un viejo amigo para cenar. Es una persona que ha entrado y ha salido de mi vida en muchas ocasiones. La última de ellas fue hace un año... cuando ilusionado me vi inmerso en uno de sus proyectos artísticos. De repente dejó de convocarme a las reuniones de trabajo, no contestaba a las llamadas, ni a los mensajes. Entendí que no quería saber nada más de mí y por lo tanto, herido una vez más, me alejé de su vida. La casualidad hizo que contactásemos y me encontré con él para cenar.
Es curioso como los seres humanos nos concentramos egoistamente en el dolor ocasionado por leves rasguños y nos olvidamos de que las peores heridas no dejan señal, sino que erradican pasiones y talentos. No es extraño lo que digo, basta mirar cualquier programa de noticias para entenderlo. Es curioso, pero detrás de un rostro amable, correcto y dulce, mi viejo amigo tiene un infinito y vulgar desinterés hacia cualquier persona que se le acerque. Un desinterés que que se disfraza de atención. Siempre le he dicho "¿Por qué te esfuerzas en despertar sentimientos que no te importan lo más mínimo?" Solía decirle. Pero no puede evitarlo. Nuestra cena fue otro de nuestros desencuentros. El cree que le hice daño porque reconocí los sentimientos que no existían, y no me asustó decirlo. Pero no puede evitarlo. Por eso está así, muerto. Con su éxito, su talento, sus idas y venidas, sus amantes, su hija... pero definitivamente MUERTO.
Es curioso como los seres humanos nos concentramos egoistamente en el dolor ocasionado por leves rasguños y nos olvidamos de que las peores heridas no dejan señal, sino que erradican pasiones y talentos. No es extraño lo que digo, basta mirar cualquier programa de noticias para entenderlo. Es curioso, pero detrás de un rostro amable, correcto y dulce, mi viejo amigo tiene un infinito y vulgar desinterés hacia cualquier persona que se le acerque. Un desinterés que que se disfraza de atención. Siempre le he dicho "¿Por qué te esfuerzas en despertar sentimientos que no te importan lo más mínimo?" Solía decirle. Pero no puede evitarlo. Nuestra cena fue otro de nuestros desencuentros. El cree que le hice daño porque reconocí los sentimientos que no existían, y no me asustó decirlo. Pero no puede evitarlo. Por eso está así, muerto. Con su éxito, su talento, sus idas y venidas, sus amantes, su hija... pero definitivamente MUERTO.
miércoles, 8 de agosto de 2007
Otro día que...
Me he levantado pensando que hoy no tenía que ser un día más. Los días no son nunca como otro cualquiera, pero hoy especialmente me he levantado pensando en que tenía que hacer algo. Ayer me llamó a última hora un amigo porque la fiesta que habían organizado era un desastre y tenían sus esperanzas puestas en ese dinero. Pensé "Tendrías que hacer algo". Nuestras situaciones son tan distintas como similares, como la de la mayoría de la gente que conozco. Creo que tendrían que hacer algo, pero no conseguimos decidir qué hacer...
Cerca de mi hay una chica incoportablemente dulce, porque no sabe a vainilla, ni a chocolate, ni a miel... es más bien como el café con demasiado edulcorante.
Ella por ejemplo... no tendría que hacer nada. Como tantos otros.
Cerca de mi hay una chica incoportablemente dulce, porque no sabe a vainilla, ni a chocolate, ni a miel... es más bien como el café con demasiado edulcorante.
Ella por ejemplo... no tendría que hacer nada. Como tantos otros.
martes, 7 de agosto de 2007
Nada
Hoy el día lo he vivido muy despacio y sin embargo el tiempo se me ha hecho corto. No sé cómo explicarlo, es contradictorio pero se da con frecuencia en mi vida. Me explico: hay mucha gente en los últimos tiempos que se interesa aparentemente en mí de una forma obsesiva. En realidad siempre ha sucedido... pero me es difícil experimentar algo más profundo que un leve afecto. Me porto lo mejor que puedo, pero no consigo sentir algo más profundo. Y sólo siento una profunda soledad que a veces me aplasta y de la que me resulta imposible escapar. Las cosas no dejan de sucederse y sin embargo nunca pasa nada. A eso me refiero... a eso...
Ahora trabajo en una obra que pretendo que sea una comedia. Detesto lo tremendista que me pongo a veces.
Ahora trabajo en una obra que pretendo que sea una comedia. Detesto lo tremendista que me pongo a veces.
Cena con margarita
Ayer cené con una amiga: compartimos quesadillas y dos margaritas. No sé el porqué de nuestra amistad, porque siempre se hace preguntas para encontrar las respuestas que busca. Y cuando digo "las respuestas que busca" me refiero a eso. Quiere determinadas respuestas y su propósito es encontrarlas como sea, para lo que se hace determinadas preguntas. Digamos que es como alguien que planea un viaje, a París por ejemplo, y elige el camino que ha de llevarla allí.
A veces me dan mucha pena sus obsesiones, el tiempo pasa y deja sus huellas sobre ella... y me apena que no haga nada más que correr y recordar que un tipo, al que nunca quiso, pensó que ella era estupenda. Cometí el error de intentar que se respondiese a esas preguntas, creyendo que esta vez era diferente y querría saber. Intenté ayudarla a que conociese las respuestas probables. Yo no sé cuáles son, pero se me ocurren caminos para llegar a ellas. Sin embargo, me equivoqué, una vez más fui muy torpe... y se enfadó. Luego intenté arreglarlo y que se sintiese bien. Y lo conseguí.
Pero yo ya no me sentía bien. Y no podía entender qué demonios hacía con esa persona... malgastando mis horas enfrente de un margarita.
A veces me dan mucha pena sus obsesiones, el tiempo pasa y deja sus huellas sobre ella... y me apena que no haga nada más que correr y recordar que un tipo, al que nunca quiso, pensó que ella era estupenda. Cometí el error de intentar que se respondiese a esas preguntas, creyendo que esta vez era diferente y querría saber. Intenté ayudarla a que conociese las respuestas probables. Yo no sé cuáles son, pero se me ocurren caminos para llegar a ellas. Sin embargo, me equivoqué, una vez más fui muy torpe... y se enfadó. Luego intenté arreglarlo y que se sintiese bien. Y lo conseguí.
Pero yo ya no me sentía bien. Y no podía entender qué demonios hacía con esa persona... malgastando mis horas enfrente de un margarita.
viernes, 3 de agosto de 2007
Y Antonioni...
No soy un gran admirador de su obra en realidad... a pesar de lo que es nombre de este blog pueda sugerir.
Más bien se trata de un caso muy concreto.
Más bien se trata de un caso muy concreto.
jueves, 2 de agosto de 2007
Bergman
Se nos ha ido. Tremenda putada. Era de esas personas cuya existencia hace sentir bien. Soy un amante del teatro y de su cine. Nada original en esto, qué cosas.
La isla
Pasé dos semanas en una isla. Me quedé sin techo el cuarto día y el quinto sin dinero y por esas casualidades del destino acabé mis días en una preciosa casa, en lo alto de una montaña, desde donde se veían las puestas de sol más espectaculares de mi planeta. Era sorprendente...
La ciudad en la que vivo está plagada de gente encerrada en ataudes. Y en la isla conocí a otros rodeados de festivos atardeceres. Pero eran los mismos, se morían.
Había una chica preciosa hace 15 años, convertida en mujer con larga historia de fiestas a sus espaldas que incendiaba todo la que la rodeaba de una forma irresistible para que no la vieran.
Recuerdo a Marco. No se reflejaba en los espejos y pensaba que era una especie de vampiro encantador. Pero en realidad era transparente... No se había dado cuenta de que ya no respiraba. No se lo dije. Me preguntó qué pensaba de él y yo no se lo dije... ¿para qué herir a quien probablemente no existe?
Fueron unos días mágicos.
La ciudad en la que vivo está plagada de gente encerrada en ataudes. Y en la isla conocí a otros rodeados de festivos atardeceres. Pero eran los mismos, se morían.
Había una chica preciosa hace 15 años, convertida en mujer con larga historia de fiestas a sus espaldas que incendiaba todo la que la rodeaba de una forma irresistible para que no la vieran.
Recuerdo a Marco. No se reflejaba en los espejos y pensaba que era una especie de vampiro encantador. Pero en realidad era transparente... No se había dado cuenta de que ya no respiraba. No se lo dije. Me preguntó qué pensaba de él y yo no se lo dije... ¿para qué herir a quien probablemente no existe?
Fueron unos días mágicos.
Mi héroe es el que sabe mirar
Observar, mirar, escuchar, palpar... cada detalle, cada día, cada coletazo de la vida... Eso es lo que más me gusta. No he abierto este blog para contar cosas, si no para que me cuenten...
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