lunes, 29 de octubre de 2007
Langhoff y su Quartet
Tobias Langhoff es arriesgado y valiente. De eso no hay duda. Pero a veces sus recursos no tienen la eficacia esperada, tratándose de un director con tanto talento. Vi su Quartet, depués del siempre impactante Pandur (esas odiosas comparaciones... inevitables). Y aunque su sordidez resulta más decadente que la de Pandur, a veces el montaje se vuelve incómodo, demasiado inaccesible para buena parte del público, que salió espantada. Otros tantos sí disfrutaron. Y otros, los más, estábamos algo confusos...
jueves, 4 de octubre de 2007
Días extraños...
En los que no he podido escribir. He visto un par de películas en el cine (Death proof y el ultimatum de Bourne) que no merecen especial mención, cumplen sobradamente con su cometido, están bien hechas, con oficio y resultan entretenidas (cada una en su registro, muy diferentes, claro). Fui al teatro: Lope de Vega, Zorrilla e Ibsen han sido los últimos.
Correcto el Perro del Hortelano (digamos que se deja ver), interesante el montaje de "Morir pensando matar" a pesar de la obvia ausencia de química entre los actores de la compañía, e inquietante Hedda Gabler, en el círculo. Fría, desdibujada, incómoda... la escenografía, el montaje, los actores... todos inquietantemente perfectos, en un texto perturbador y algo dificil de entender para tratarse del certero Ibsen (ni el autor parece tener clara que oculta la cabeza de Hedda).
Por lo demás, la vida sigue dándome gratas e incomprensibles sorpresas... otras incómodas en las que prefiero no pensar.
Correcto el Perro del Hortelano (digamos que se deja ver), interesante el montaje de "Morir pensando matar" a pesar de la obvia ausencia de química entre los actores de la compañía, e inquietante Hedda Gabler, en el círculo. Fría, desdibujada, incómoda... la escenografía, el montaje, los actores... todos inquietantemente perfectos, en un texto perturbador y algo dificil de entender para tratarse del certero Ibsen (ni el autor parece tener clara que oculta la cabeza de Hedda).
Por lo demás, la vida sigue dándome gratas e incomprensibles sorpresas... otras incómodas en las que prefiero no pensar.
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